Ya tiene reservada una nueva vuelta olímpica, pero esta vez sin el marco festivo de otras ocasiones. El Estadio Mario Kempes volverá a ser escenario de una definición de campeonato, cuando este sábado Lanús y Defensa y Justicia busquen al ganador de la Copa Sudamericana 2020.
Y será con el agregado de un título continental, en un hecho que apenas registra un antecedente por estos lares: el de la Copa Conmebol 1999, cuando Talleres celebró a lo grande tras vencer al Sportivo Alagoano de Brasil 3-0 en el verano de aquel año.
Al margen de ese solitario registro, coronarse en el Kempes, o en el viejo Chateau, no es una escena con demasiadas repeticiones. En honor a la verdad, han sido pocos los partidos decisivos para un escenario que ya cuenta con casi medio siglo de vida (se inauguró el 16 de mayo de 1978) y que quedó condicionado por el escaso protagonismo de los clubes cordobeses en materia de éxitos deportivos.
Además, durante décadas, el mayor escenario del interior del país pareció no estar en el “radar” de la AFA u otros entes rectores.
Le corresponde a Talleres, el club que más lo utilizó, el honor de haber alzado el primer trofeo en su ámbito. Fue el 29 de octubre de 1978, cuando venció a Instituto 2-1 en juego final del Clausura de la Liga Cordobesa. Enseguida, la “T” obtendría dos más: el Oficial ’78, al derrotar 3-1 a Belgrano, y el Oficial ‘79, tras golear 4-1 a Racing con cuatro goles de José Reinaldi.
En 1980, Rosario Central se convirtió en el primer foráneo campeón en el Chateau, luego de adjudicarse las finales del Nacional ’80 y el siguiente club local que festejó fue… ¡Unión San Vicente! Sí, el 9 de septiembre de 1981, el Naranja superó 3-2 a Belgrano en la final del Provincial y, de paso, se ganó su primer pasaporte al fútbol grande para jugar el Nacional ’82.
Dos años más tarde, el 12 de febrero de 1983, Estudiantes de Río Cuarto consiguió el Provincial en recordada final ante los de Alberdi (triunfo por 3-1), apenas un par de días antes de una nueva consagración ajena: la de su homónimo de La Plata, dirigido por Carlos Bilardo, que se quedó con el Metro al vencer a Talleres 2-0, testigo privilegiado de la hazaña Pincha.
En septiembre de ese mismo año, los sanvicentinos dieron otra vuelta al vencer a Huracán de La France 3-1 en la final del Oficial de la LCF.
Si bien los celestes gozaron su gran momento al hacer suyo el Torneo Internacional “Córdoba ‘80” (sin valor oficial), tuvieron que esperar unos años más para tomarse desquite y conocer el sabor de ser campeón en el Chateau. El 27 de diciembre de 1984 derrotó a los riocuartenses 1-0 en la final del Oficial y al año siguiente, 15 de diciembre de 1985, venció 3-2 a Unión San Vicente en el último partido del Provincial.
A partir de entonces, las definiciones se hicieron más esporádicas y los cordobeses apenas pudieron disfrutar de tres alegrías propias y por torneos de ascenso, salvo el ya mencionado éxito de Talleres en la Conmebol ’99.
En 1998, los de barrio Jardín se quedaron con la B Nacional 1997/98 al superar por penales a Belgrano, mientras que en 2004, Instituto dio su única vuelta olímpica en el coliseo mayor de Córdoba tras ganarle a Almagro.
Ya más cerca en el tiempo, los albiazules obtuvieron el Federal 2013 a expensas de San Jorge de Tucumán (1-0). También hubo otras definiciones de una Liga Cordobesa ya devaluada y una coronación de Banfield ante San Martín de Tucumán, en 1993, por el Nacional B.
El Kempes, tras su remodelación de 2011, se convirtió en un cotizado anfitrión de definiciones neutrales, como las de Copa Argentina 2015 (ganada por Boca sobre Central 2-0) y la de 2016 (River 4 – Rosario Central 3), la Supercopa 2016 (San Lorenzo 4 – Boca 0) y la Copa de la Superliga 2019 (Tigre 2 – Boca 0).
Mientras tanto, el turno de los cordobeses definiendo cosas importantes sigue en pausa. Las alegrías propias, por ahora, son materia del archivo.
El texto original de este artículo fue publicado el 22/01/2021 en nuestra edición impresa.
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