Según le dijo el presidente de Talleres Andrés Fassi este jueves a Mundo D, para la triple competencia que le espera al equipo en 2021 (Torneo de la Liga Profesional, Copa Sudamericana y Copa Argentina) se incorporarán un zaguero central, un volante central, uno ofensivo y un delantero. Pero en cuanto al atacante que vendrá, cabe preguntarse si necesitará sumar un referente de área goleador (un puesto que el planteo de juego del DT Alexander Medina no lo favorece) o un extremo con mucha llegada al área rival y gol, lo que más le gusta al “Cacique”, y mejores resultados le dio en la recientemente concluida Copa Diego Maradona.
En ese torneo los goleadores fueron Diego Valoyes (4 tantos), seguido por Tomás Pochettino (3), más Joel Soñora y Nahuel Tenaglia (2 cada uno), y Franco Fragapane (1). Se trata de dos extremos natos (por el colombiano y “Fraga”), dos volantes ofensivos (“Toto” y Soñora) y un lateral derecho (el oriundo de Saladillo).
Pero si se trata de centrodelanteros, sólo convirtieron un gol Mateo Retegui y Carlos Auzqui; este último, un jugador que no es un “9” natural, como el hijo del “Chapa” o el juvenil Favio Cabral, quien jugó tres partidos en el arranque de la fase regular de la Copa -las dos primeras fechas de titular- y después no tuvo más continuidad, por decisión de Medina o por lesiones.
Retegui jugó 10 partidos, tres de ellos como titular, y sumó 527 minutos durante todo el torneo,y Auzqui disputó 9 -dos de titular-, con 224 minutos. Otro delantero de área que tiene el plantel es Marcos Arturia, pero no llegó a jugar un minuto en la Copa.
El hincha albiazul, a través de las redes sociales, reclama el arribo de un “9” clásico, potente y goleador, pero a la luz de cómo le fue al “Cacique” con los referentes de área y cómo los hace jugar, la decisión tendrá que venir de la reunión evaluativa de largo aliento que tenga con el presidente albiazul quien, se sabe, es el principal y último responsable de la contratación de los refuerzos.
En la forma de juego que Medina impulsa para su equipo, basado en la intensidad, en la presión en todo el campo y con un sistema 4-2-3-1, el referente de área tiene que hacer un desgaste físico que lo aleja del arco rival y que le quita piernas, porque tiene que retrasarse mucho para entrar en contacto con la pelota y con frecuencia jugar de espaldas al arco contrario. “El Cacique” prescinde de los goles de un “9” natural para que quienes los conviertan sean los extremos.
Debe estar más pendiente de cumplir el “trabajo sucio” y que se adapte a la necesidad del equipo -presionar, correr y abrir espacios- que de la terminación de la jugada. Esa es la razón por la que primero Cabral, antes de lesionarse, y luego Retegui, fueron perdiendo su lugar y ganándolo paulatinamente Auzqui, quien terminó siendo el delantero titular contra Colón. No es un “9” natural ni aporta gol, pero corre, presiona, mete y aporta sacrificio.
Muchas de las situaciones que tuvieron Valoyes, Fragapane y Pochettino, tuvieron que ver con la forma en que los referentes de área “mentirosos” arrastraban las marcas y les permitían llegar con más libertad a posición de gol. Por el contrario, con esta impronta, se hace dificíl que un centrodelantero llegue a un espacio donde jugadores de esas características lo puedan asistir.
Juveniles en evaluación
Alexander Medina evalúa por estas horas qué jugadores juveniles del club tendrán posibilidades de continuidad esta temporada y quiénes podrán ser prestados a otros clubes para que la tengan.
“El Cacique”, con la venia de Andrés Fassi, tendrá absoluta injerencia en la designación del DT de la reserva, que será absorbida por el plantel superior hasta tanto no vuelva a jugarse el torneo de la categoría.
Como sucedió el año pasado con Renzo Paparelli y Cristian Ojeda, un par de ellos podría recalar en Atenas de San Carlos, de la segunda división uruguaya, club que opera Fassi a través de una Sociedad Anónima Deportiva y cuyo control deportivo detenta su hijo, Juan Pablo.
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