Hay goles que quedan para siempre grabados en la memoria de los hinchas de un club. Más aún si estos tantos sirven para conseguir un logro, ni hablar un ascenso.
Por esa razón será que Maximiliano Velasco quedó grabado a fuego en Talleres.
Todavía parece escucharse el grito de gol en el estadio Mario Kempes para ese 1 a 0 ante San Jorge de Tucumán que le permitía al Matador ascender a la B Nacional, en 2013.
En ese campeonato, Velasco anotó 6 goles en 18 partidos, siendo una de las figuras.
“Me llegan todavía mensajes de la gente de Talleres. He visto millones de veces el vídeo del ascenso. En el momento no caí pero ahora digo mirá lo que hemos logrado”, supo contar tiempo atrás.
Ese día, con “Cacho” Sialle de DT, la “T” formó así: Diego Aguiar; Rodrigo Chaves, Jesús Nievas, Elías Bazzi y Nelson Benítez; Gastón Bottino, Javier Villarreal (c), Agustín Díaz, y Gabriel Carabajal; Franco Olego y Velasco.
“Fue el despegue para lo que después fue mi carrera. Ese fue uno de mis mejores años. Viví cosas muy lindas y voy a estar siempre agradecido”, contó en más de una oportunidad.
“Maxi”, a sus 30 años, tomó una decisión importante: volver a Villa María para estar cerca de su familia y sus seres queridos.
Y fue presentado como flamante refuerzo de Sportivo Playosa, de esa localidad del interior cordobés, para jugar en el certamen de la Liga Villamariense de Fútbol.
Velasco hizo sus inferiores en Newell’s de Rosario y pasaría por Talleres, Sportivo Belgrano, San Martín de Tucumán, Universidad de San Martín (Perú), Deportivo Municipal (Perú), Valletta FC (Malta), Berazategui, Sports Boys (Perú) y Guabirá (Bolivia).
Sus últimos dos clubes fueron Universidad César Vallejo y Deportivo Llacuabamba, ambos de Perú.
Ahora, aceptó sumarse a Sportivo Playosa, que es dirigido por su tío, Paulo Velasco.
Así, la Liga Villamariense tendrá un refuerzo de jerarquía. Y “Maxi” estará cerca de los suyos haciendo lo que más le gusta: goles importantes.
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