Emocionada y agradecida, María Elena Avedano recibió el premio al Deportista del Año de su hijo Facundo Campazzo. Mientras el base da sus primeros pasos en la NBA, el lugar que tanto soñó, el Córdoba, la mamá acogió al trofeo.
En su casa, donde guarda los tesoros más preciados del base de Denver Nuggets, Mary sumó un nuevo trofeo a su “altar”.
“En nombre de Facundo, realmente estoy muy feliz. Es un honor recibir este premio por segundo año seguido. Gracias a La Voz del Interior, a los periodistas”, remarcó Mary.
“Gracias a a gente que se tomó un minuto para votar a Facundo”, sumó.
“Y gracias a Facundo que le sacó una sonrisa a toda la Argentina en este año tan particular”, confesó llorando Mary.
“Gracias, gracias, gracias, soy inmensamente feliz”, completó.
Mary es uno de los principales sostenes de Campazzo, lo mismo que su hermano mayor, Marcelo, y su mujer Consuelo y su hija Sara.
María Avedano cumplió su papel clave para el desembarco de Facundo en la NBA. Fue ella, una auténtica combatiente de la adversidad, la que pudo alimentar el espíritu inquieto y deportivo de “Facu”. De ella, sin dudas, heredó la tenacidad y la fortaleza que hoy traslada al juego.
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