Es uno de los personajes más respetados de la Fórmula Uno. Sus decisiones se caracterizan por ser duras y bastante radicales, dentro de una categoría que le escapa a los escándalos y que busca mostrarse siempre políticamente correcta. Pero a él poco le importa lo que piense el resto. Y tiene en claro su objetivo: ganarle a Mercedes.
Red Bull es hoy el único equipo que parece estar en condiciones de pelearle a la escudería alemana, que ganó los últimos siete campeonatos de Constructores y tiene dominio absoluto en la Máxima. La escuadra austríaca ya conoce de las mieles del éxito en la F1 (ganó cuatro campeonatos de equipos, entre 2010 y 2013), por lo que ahora busca recuperar esos laureles.
Christian Horner es el encargado de llevar adelante ese desafío. Es el jefe de equipo de Red Bull y el hombre sobre el que se posan todas las miradas. El detalle es el siguiente: desde que la Fórmula Uno inició su etapa híbrida (2014), todos los títulos fueron para Mercedes. Sin embargo, en ese contexto, Red Bull es el equipo que más fue creciendo, con Max Verstappen como piloto principal. Y para 2021 la apuesta crece aún más, ya que la escudería deja de arriesgar por pilotos surgidos de su propia academia y va por la experiencia y talento probados del mejicano Sergio “Checo” Pérez para potenciar aspiraciones.
Horner se cansó de no poder encontrar en su propio rebaño (Daniel Kvyatt, Pierre Gasly y Alex Albon no estuvieron a la altura de las circunstancias) al otro piloto que le diera un salto de calidad a su bólido. En 2019 intentó con el francés Gasly (que este año logró su primer triunfo en la F1 corriendo para Alpha Tauri), pero el galo no soportó la presión a la que somete Red Bull a sus pilotos. De hecho, el equipo austríaco es conocido como “picadora de carne” en ese sentido.
A mitad de la temporada 2019, Horner decidió enviar a Gasly al entonces Toro Rosso (hoy Alpha Tauri) y ascender a Alex Albon desde ese “equipo B” de Red Bull al equipo principal. En 2020 el piloto de origen tailandés no tuvo una buena campaña y se quedó sin asiento para 2021. En su lugar llega Pérez. Así se mueve el director de equipo.
Christian Horner nació en Inglaterra el 16 de noviembre de 1973. Lo hizo en el condado de Warwick, donde asistió a una prestigiosa escuela (fundada en el año 914) y en la que se formaron diferentes personalidades de la política, la economía y el deporte, a lo largo de su inigualable historia. Warwick es conocido por ser el condado en el que nació el rugby. Sin embargo, la pasión de Horner siempre fueron los motores y la velocidad. Su abuelo trabajó en Standard Motor Company (mítica fabricante de autos de Inglaterra) y su padre se dedicó a la venta de componentes para fabricantes de motores.
Horner fue piloto y llegó a destacarse en la Fórmula 3000 (en aquellos años, era el paso previo de la Fórmula Uno) con su propio equipo, Arden, que fundó con dinero prestado. Pero se dio cuenta que ese era su techo como corredor. ¿Qué pasó? Determinó que no podía superar al colombiano Juan Pablo Montoya, su rival de aquel tiempo en F3000, quien sí dio el salto a la Máxima.
Entonces, Horner se dedicó a gestionar equipos. Hasta 2004 estuvo al frente de Arden y en 2005 aceptó el ofrecimiento de Red Bull para llegar a la Fórmula Uno como director de equipo. El británico no pudo cumplir su sueño de correr como piloto en la F1, pero pudo saldar eso con esta posibilidad.
El Spice Boy
Christian Horner tenía una relación de 14 años con Beverley Allen. De hecho, tuvieron una hija en común, que nació en 2013. Sin embargo, a los seis meses del nacimiento de la niña, Horner dejó a su mujer y apareció con nueva novia. Y como para que el hecho, ya de por sí llamativo, fuera aún más impactante, su flamante nuevo amor era la cantante Geri Halliwell, conocida por su carrera solista pero, sobre todo, por haber sido Ginger Spice, la impactante colorada integrante de las Spice Girls.
Christian Horner y Beverley Allen tenían como pareja amiga a la que conformaban Geri Halliwell y el guionista Sacha Gervasi, que también tenían una hija. Pero la amistad comenzó a decantar en otro tipo de relación entre el hombre de la Fórmula Uno y la cantante, que terminó en casamiento en 2015. El detalle es que a la boda no acudieron los padres del novio, molestos por el modo en el que dejó a su anterior mujer.
Horner tiene un perfil muy reservado que poco tiene que ver con la extrovertida personalidad demostrada por la ex Spice Girls. Sin embargo, la “chica picante” se transformó en una verdadera ama de casa y dio a luz a un hijo del directivo de Red Bull en 2017. La pareja, el hijo en común, la hija de Horner y la hija de Halliwell viven juntos y dividen su tiempo en las dos propiedades que la pareja tiene: una en Oxfordshire (valuada en 12 millones de dólares) y otra en Hertfordshire. Se trata de dos fincas alejadas del ruido, con mucha naturaleza y privacidad.
De todos modos, Geri (que ahora es Horner, porque tomó el apellido de su esposo) muestra mucho de la vida familiar a través de las redes sociales, mientras encara proyectos filantrópicos de educación. También se puede ver algo de esa vida en la segunda temporada de la serie Drive for survive, que se puede ver en Netflix y que muestra el detrás de escena de lo que es la Fórmula Uno.
El directivo percibe 10 millones de dólares como salario anual por desempeñar ese puesto en Red Bull. Y le pagan esa fortuna para ser campeón. La cuestión económica no es problema para la familia Horner-Halliwell, ya que la artista también tiene una enorme fortuna en su cuenta bancaria como producto de su exitosa carrera musical.
Por supuesto, las primeras apariciones de la ahora Geri Horner acompañando a Christian en las pistas de la F1 acapararon toda la atención. Hasta que el gran circo se fue acostumbrando y la cantante quedó hoy “relegada” a ser la mujer del director de equipo de Red Bull.
Con la continuidad de Max Verstappen y la llegada de Sergio Pérez, Horner espera que el modelo RB16B de 2021 sea capaz de ganarle a Mercedes.
“Necesitamos un coche que funcione en una gran variedad de circuitos, algo en lo que Mercedes ha sido muy bueno. Ahí es donde tenemos que ser fuertes el año que viene. Tenemos que ser fuertes en todos los tipos de circuitos, particularmente con un calendario de 23 carreras”.
Christian Horner hace todo para ser “el chico picante” de la Fórmula Uno.
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